¿Qué perfil de inversor eres?

Perfil de inversor en Planes de Pensión

El término “perfil de inversor” seguramente lo hayas escuchado en más de una ocasión, sobre todo cuando estás planteándote dónde invertir tu dinero en un plan de pensión.
Saber qué es y qué características lo definen te puede ayudar a tomar mejores decisiones, ya sea para actuar en consecuencia a tu perfil o para trabajar en cambiarlo.

Perfil de inversor

Definimos perfil de inversor cómo el conjunto de características personales y situación financiera de una persona que determinarán los riesgos que está dispuesto a asumir así como los rendimientos que espera obtener.

Variables a tener en cuenta

Las siguientes variables pueden ser determinantes a la hora de definir qué tipo de inversor eres:

• Rendimiento: El rendimiento esperado va acompañado del riesgo que esperamos obtener. A mayor rendimiento suele ir de la mano un mayor riesgo. Los jóvenes suelen esperar un mayor rendimiento y son más proclives a asumir mayores riesgos
• Riesgo: El riesgo a asumir resulta decisivo en la toma de decisiones de inversión. Esto va cambiando conforme cambia la edad. Una persona cuya jubilación está próxima no quiere asumir un gran riesgo que le perjudique, pues necesitará la disponibilidad de su dinero con mayor prontitud. Sin embargo, una persona joven puede disponer de un mayor tiempo de recuperación de una posible pérdida.
• Tiempo: Tener un horizonte temporal es cómo fijar una fecha aproximada de recuperación de la inversión. En esta variable también afecta la edad, pues cuando se es más joven más largo es el horizonte temporal, las inversiones en edades más tempranas suelen ser a largo plazo. Mientras que a mayor edad se suele preferir un corto plazo. Por ello es importante hacer un ejercicio de reflexión para fijar un plazo temporal realista. Puedes tener más información al respecto en Rescatar plan de pensión.
• Situación financiera: Aunque es tentador tender a lo más grande, en estos casos conviene ser realista. Como el refrán dice “Más vale poco y bien, que mucho y mal”, en estos casos es preferible ser realista y no mirar solo por el presente. Puesto que conforme avanza la edad las prioridades van variando. Por ejemplo, no es lo mismo tener que pagar una hipoteca que poder utilizar ese dinero para invertirlo en bolsa.

Estas variables son claves a la hora de plantearse qué tipo de inversor podemos ser, sin embargo, hay otras variables como los conocimientos que se tenga sobre inversiones o el patrimonio con el que se cuente, que también pueden ser decisivos a la hora de determinar nuestro perfil de inversor.
Un asesor puede ayudarte a definir mejor las variables y a aplicarlas a tu realidad. Si necesitas la ayuda de un asesor, te ayudamos sin ningún compromiso. Solo contáctanos aquí (enlace a contacto).

Tipos de perfil de inversor

Como comentamos anteriormente, el perfil de inversor depende de determinadas variables. Por lo tanto, dentro de un mismo perfil las características de cada individuo pueden ser totalmente diferentes. La categorización es relativa, sin embargo, podemos recoger una características comunes que nos permite definir 3 perfiles de inversor:

• Perfil conservador: Este tipo de perfil se caracteriza por elegir la seguridad frente al riesgo a pesar de que esto conlleve una menor rentabilidad. Su prioridad es proteger su capital. Suele estar representado mayormente por individuos de mayor edad, sin embargo también hay gente joven que apuesta por una inversión más segura.

Uno de los mejores productos para este tipo de perfil son los planes de pensiones a renta fija ya que están protegidos por los Fondos de Garantía de Depósitos de cada país hasta los 100.000€ por depositante y banco y eso te garantiza la máxima seguridad posible.

• Perfil moderado: Este tipo de perfiles enfrentan un riesgo medio con el objetivo de obtener rentabilidades, pero desde un punto seguro. Suelen encontrar el equilibrio satisfactorio y por ello suelen invertir parte de su ahorros en depósitos o renta fija y una pequeña cantidad sí que la destinan a la renta variable para obtener un poco más de rentabilidad que la de los perfiles conservadores.
• Perfil agresivo: Este perfil es el más arriesgado y va a detrás de una mayor rentabilidad independientemente del riesgo que tenga que asumir. Suelen lanzarse con su inversión a la inversa que el perfil conservador pues suelen destinar la mayor parte de su patrimonio a planes de pensiones de renta variable. Pero los individuos de este perfil tampoco son kamikazes por lo que diversifican sus inversiones con el objetivo de reducir en la medida de lo posible la incertidumbre. También utilizan medios cómo depósitos, aunque sea en un pequeño porcentaje sobre el total del capital.

¿Por qué es importante definirlo?

Definir qué perfil de inversor se adecua mejor con nosotros nos permitirá tomar decisiones más realistas respecto a nuestras inversiones. Elegir el tipo de producto que debemos utilizar pasa, primeramente, por conocer el riesgo que estamos dispuesto a asumir así como la rentabilidad que estamos esperando.
Un producto inadecuado puede suponer un gran riesgo en nuestras finanzas personales, Por ello definir, en la medida de los posible, qué tipo de inversor somos estudiando cada variables que influye es imprescindible.
Recordatorio

• Definir el perfil de inversor es una tarea compleja pues hay que tener presente variables tanto objetivas como subjetivas. Invertir no es una decisión fácil por lo que es algo que necesita un previo análisis.
• En cuanto a la categorización, no hay términos absolutos, y como comentamos, dentro del mismo perfil de inversor cada individuo tiene su particularidad.
• Las variables también pueden sufrir cambios, el horizonte temporal puede cambiar con los años, la situación financiera puede mejorar o empeorar así como nuestras propias experiencias, positivas o negativas, en cuanto a invertir. Todas ellas pueden ir variando y haciendo que nos acerquemos a un perfil o a otro.
• El perfil de inversor se define en términos globales por lo que esto no debe impedirnos destinar parte de nuestro capital a un producto totalmente opuesto.