Incapacidad y discapacidad, principales diferencias
La diferencia entre incapacidad y discapacidad a veces no está del todo clara y puede llevarnos a confusión. Y es que, a pesar de que el uso de ambas palabras como sinónimos está muy extendido esto no significa que sea correcto.
La incapacidad y la discapacidad por lo tanto no son excluyentes, dado que la primera queda circunscrita al ámbito laboral y la segunda va más allá de la capacidad laboral del individuo. Un mismo individuo puede tener, o no, reconocida una incapacidad laboral independientemente de tener un grado de discapacidad, y viceversa.
Para aclarar esta disyuntiva hemos dividido este artículo en los puntos que suelen generar más dudas.
¿Qué es la discapacidad?
La discapacidad, según el artículo 7.1 de la Ley 13/1982, es la condición que afecta a aquellas personas cuya posibilidad de integración en ámbitos educativos, laborales o sociales se ve mermada debido a una deficiencia. Esta deficiencia puede ser tanto de tipo congénito como adquirida, y de carácter permanente, afectando así a sus capacidades físicas, mentales y sensoriales.
La discapacidad está dividida por niveles, que se clasifican y categorizan según su causa principal. El valor en el que se expresa está clasificación es en porcentajes, los cuales determinarán el grado de capacidad que se basa en unos criterios técnicos uniforme estipulados en el Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre.
En el momento de valorar el grado de discapacidad se tienen en cuenta diferentes factores que puedan dificultar su integración social, además de las discapacidades presentes: entorno familiar, situación educativa, laboral y cultural.
Una vez certificada la discapacidad por la autoridad competente de la Comunidad Autónoma, generalmente, se materializará la resolución en un documento cuyo nombre varía según la entidad emisora. Si es emitida por un juez será una sentencia y si la emite la Comunidad Autónoma o el IMSERSO será un Certificado de Discapacidad.
En cuanto a las ventajas de la discapacidad de índole social podemos encontrar beneficios fiscales como un tipo impositivo menor o estar exentos de ciertos impuestos, beneficios sociales como el acceso a determinadas becas. Son beneficios sociales, que no una prestación propiamente dicha. Debemos recalcar que el mínimo que te deben reconocer para acceder a estos beneficios es de un 33%.
¿Qué es la incapacidad?
La incapacidad es el impedimento de un trabajador, afiliado al Régimen General de la Seguridad Social o regímenes especiales, de llevar a cabo su ocupación laboral habitual, y que ha recibido o está recibiendo atención médica proporcionada por la Seguridad Social.
La incapacidad puede surgir a raíz de una enfermedad o trastorno, ya sean de origen común o relacionados con el trabajo, así como accidentes, tanto en el ámbito laboral como fuera de él. E independientemente de sus manifestaciones y grados, le otorga a la persona afectada el derecho a recibir una compensación económica. Este derecho está recogido en las medidas de protección social estipuladas en la Seguridad Social.
La determinación de la incapacidad laboral está sujeta a la normativa legal y la entidad responsable de acreditarla es el Instituto Nacional de Seguridad Social. Sus diversos órganos y representantes son los encargados de evaluar tanto la existencia de la incapacidad como su categorización, y, en caso necesario, la asignación de la compensación económica correspondiente.
Tipos de Incapacidad Reconocidos en España
En España se reconocen 3 tipos de incapacidad, cada uno con requisitos y características específicas:
Incapacidad Temporal (IT)
En este tipo de incapacidad destaca la inhabilidad para trabajar durante un período limitado debido a una enfermedad o lesión temporal. Los requisitos suelen incluir la presentación de un certificado médico que justifique la incapacidad para ejercer el trabajo habitual durante ese intervalo.
Incapacidad Permanente Total (IPT)
La IPT se declara cuando una persona no puede realizar su ocupación habitual ni ninguna otra labor debido a una lesión o enfermedad permanente. Por lo general, esto conlleva una evaluación médica y pruebas que corroboran la incapacidad total. La IPT es la incapacidad más concedida en comparación con el resto de incapacidades, detalle a tener en cuenta al contratar un Seguro de Vida.
Incapacidad Permanente Absoluta (IPA)
La IPA representa la forma más compleja de incapacidad, señalando que la persona es completamente incapaz de trabajar o ejercer cualquier tarea remunerada debido a una enfermedad o lesión grave y de larga duración. Los requisitos son rigurosos y, por lo común, involucran una exhaustiva evaluación médica.
Seguro de Vida con Incapacidad
Los Seguros de Vida son una parte imprescindible de la planificación financiera y de seguridad para uno mismo y tus seres queridos. Estos seguros velan por tu tranquilidad garantizando una suma de dinero que permitirá a tu familia mantener su calidad de vida y enfrentar los desafíos económicos que puedan surgir tras tu fallecimiento. Sin embargo, en ocasiones, se pasa por alto un aspecto igualmente importante en la cobertura de estos seguros: la incapacidad.
La incapacidad puede ser tan devastadora como el fallecimiento en términos de impacto económico y emocional. Sufrir un accidente o una enfermedad grave te puede incapacitar para trabajar y, como consecuencia, tener que enfrentar dificultades económicas significativas. Por ello es importante no quitarle importancia a la cobertura de incapacidad.
Un Seguro de Vida con Incapacidad entra estos momentos tan complejos donde de no contar con un aporte extra el bienestar de tu familia se vería afectado. Esta cobertura te garantiza unos pagos regulares o una suma global que permite al asegurado y a su familia mantener su nivel de vida y cubrir los gastos médicos y de rehabilitación.
Contratar un Seguro de vida con Incapacidad es una inversión en la seguridad financiera en tu familia y en tu propia tranquilidad.
Seguro de vida. ¿Por qué es mejor con IPT que con IPA?
La IPT garantiza una mayor tranquilidad que la IPA en los seguros de vida, puesto que en la actualidad, en España, es la que más se reconoce. Esto se debe a que la IPT otorga mayor flexibilidad al permitir que la persona reciba beneficios incluso si es capaz de desempeñar otro tipo de trabajo distinto al habitual. En contraste, la IPA exige una incapacitación total y absoluta para trabajar, lo que a menudo es más difícil de demostrar.
En resumen, comprender la diferencia entre incapacidad y discapacidad, así como los tipos de incapacidad que se reconoce en España y las implicaciones del seguro de vida con incapacidad es esencial para tomar decisiones informadas y preservar la estabilidad financiera ante circunstancias imprevistas. Valorar la opción de IPT sobre IPA en tu póliza de seguro puede proporcionar una mayor tranquilidad y seguridad financiera en el futuro.
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